Egresado de Multimedia diversifica su trabajo en Francia
Un motion designer en el Grupo Marie Claire
De la Argentina a Francia, y del freelance a las agencias, Valentín Díaz vive sus tareas cotidianas con gran diversidad de proyectos. Actualmente en la marca Stylist del Grupo Marie Claire (cuya fundación se remonta a 1937), el egresado de la carrera de Diseño Multimedial reparte sus ocupaciones entre el motion design, la creación de contenido y la comunicación en redes, sin olvidar el print ni el mundo web. Hablamos con un artista que, desde su lugar en Grenoble, crece a nivel internacional y trabaja con grandes marcas, instituciones y diseñadores.
Da Vinci - ¿A qué recursos apelaste para salir de un principio difícil y llegar a donde estás hoy?
Valentín Díaz - Empecé a trabajar con contactos y conocidos. Pero, para ir curtiéndome, repasé los códigos laborales de Francia y trabajé gratis en proyectos que me interesaban. Me hice conocido y alimenté mi portfolio y sitio web; me metí en grupos de Facebook, donde pedí consejos a amigos franceses o colegas que se dedicaban a fotografía, diseño, 3D, marketing... También entré en LinkedIn, Twitter, Instagram y otros sitios de búsqueda de empleos (Indeed, Welcome to the Jungle, Un Job dans la Pub).
Busqué por todos lados y "bombardeé" con mi CV y porfolio. También escribí directamente a las agencias de diseño que me interesaban. Pero, la mejor herramienta, por lejos, es el buscador de Google.
Además, tras mi primer contrato, me hablaron de cómo obtener el status de freelancer. Hice una formación de una semana obligatoria para sacarlo (se conoce como "micro entrepreneur"). Luego, me anoté como voluntario en el festival de Street Art, que me permitió poner en práctica todo lo que aprendí en Da Vinci. Realicé su afiche y la identidad visual, en colaboración con la agencia de Obey Giant (Shepard Fairey) de Los Angeles.
Creo que es algo con que cualquier diseñador multimedia soñaría... Print, web, video, redes sociales, eventos y más: ¡el auténtico proyecto 360!
DV - ¿Qué significó el festival para tu carrera?
VD - Fue un megafestival a nivel regional y nacional, y vinieron a cubrir el evento importantes medios franceses. Trabajé en cuatro ediciones, incluyendo el período pandémico. Estuvimos con el sitio web, timelapses en tiempo real, aplicaciones y más. Gracias a eso, empecé a tener más clientes y muchos contactos.
Realicé un video para una conferencia online de la Corte Europea de Derechos Humanos, colaboraciones con grupos de música locales y visuales para redes sociales de Mizuno, entre otros trabajos. También realicé el motion design para un documental difundido en un festival de cine de montaña que ganó el premio "Elección del público". Lo difundieron en otro evento importante de Grenoble, Rencontres Ciné Montagne.
DV - ¿Cómo encarás esta variedad de proyectos? ¿Tenés alguna fórmula que aplica a todo?
VD - Primero, realizo una búsqueda y revisión de cada agencia o cliente que me interesa. Después, adapto y personalizo mi CV según la oferta laboral o candidaturas. Por lo general, busco directamente en sus sitios web y redes sociales. Creo que un buen porfolio al día y una buena presencia y actitud son la clave para convencer al cliente de que sos el diseñador que buscan.
Hay que mostrarse interesado y motivado por cada proyecto, ya sea un video, un logo, una tarjeta personal, o el manejo de redes sociales. Siempre hay que empezar por algo.
DV - ¿Qué conceptos laborales incorporaste en este trayecto?
VD - ¡Muchos! Si bien es Occidente y tenemos similitudes, su percepción laboral es particular. Al principio todo era nuevo para mí, pero me fui adaptando. Aprendí sobre la marcha cómo "venderme" y presentar mis laburos, y acerca de los tiempos de producción y ejecución de las diversas misiones (sobre todo, para eventos y grandes marcas).
También aprendí a trabajar bajo presión y en tiempos cortos, sin importar la talla del cliente: puede ser un emprendedor que abre su bar, un amigo que necesita un logo, un grupo de música que quiere hacer la tapa de su disco, o empresas como Rockstar Energy Drink, Mizuno y Marie Claire. Otro tema fue cómo lidiar con los clientes cuando trabajas solo y dependés de vos mismo, cómo ser contable, comercial y diseñador al mismo tiempo, incluyendo las formalidades de un mail, el copyright, los intercambios telefónicos, los presupuestos y más.
Y uno de los aspectos más importantes: cómo hacerte respetar, trabajar correctamente y no dejarte explotar por los clientes pesados. Hay que imponer tus reglas desde un principio, y esto aplica para los freelancers.
DV - ¿Cómo es el trabajo de motion designer? ¿Qué aspectos técnicos y conceptuales involucra?
VD - Es complejo, fascinante... Y arduo. A veces, es un proceso largo y estoy a cargo de script, dirección, ejecución y presentación final. Hay varios aspectos a tener en cuenta, pero voy haciendo y aprendiendo. Cada cliente y cada proyecto es un mundo. Es prueba y error.
Creo que aquí entran todos los aspectos técnicos de un diseñador multimedial. Tenés partes de creación, diseño, ilustración, animación, 3D, dirección y escritura. Es muy completo.
DV - ¿En general, trabajás a distancia?
VD - Si se puede, sí: videoconferencias, mails y teléfono. Hice trabajos para Grenoble, París, Estrasburgo y Buenos Aires desde la comodidad de mi casa. Pero, siempre que puedo, me gusta ir a los lugares de trabajo de mis clientes para meterme en tema y encontrar a las personas cara a cara. O también en cafés y espacios de coworking.
DV - Y en esos encuentros, ¿a qué le prestás atención?
VD - ¡A todo! Con los clientes voy en modo "esponja". Trato de absorber toda la información posible para inspirarme y facilitar mi trabajo. Así, les ofrezco lo que entiendo que necesitan para su proyecto.
Presto atención a las personas con las que voy a lidiar y trabajar, y con las cuales voy a intercambiar mails y demás. Si estoy en una agencia, miro el entorno para ver la onda que tienen, los gustos... Además, trato de intercambiar ideas respecto de la tarea en sí.
DV - ¿El aprendizaje del idioma fue clave?
VD - La verdad es que llegué con una base sólida de francés, aunque no tenía ni un poco de idioma formal o códigos de trabajo. Pero entender el idioma y hablar con acento me dio un lado "exótico" y, sobre todo, el famoso pensamiento lateral. A mi entender, eso es clave para el diseño y los trabajos creativos.
También estaban mi porfolio y las diversas skills que me dio la Escuela. El hecho de saber utilizar varios programas y tener un perfil polivalente es un plus a la hora de buscar clientes; tenés más ofertas. Como monté mi sitio web con trabajos personales y trabajos prácticos que había hecho en Da Vinci, eso llamó la atención y me ayudó a desmarcarme un poco de la competencia. O, al menos, a que me respondieran los llamados y mails.
Hoy día, el diseñador tiene que saber hacer un poco de todo. Así que ser un egresado de una escuela multimedia abre muchas puertas. Eso sí: hay que saber cuáles tocar.
DV - ¿Realizaste un trabajo para quien hizo el famoso póster de la campaña de Barack Obama en 2008?
VD - Sí, una colaboración con Studio Number One. El artista Shepard Fairey (OBEY GIANT) vino a Grenoble en 2019 para una retrospectiva por sus 30 años de carrera. Me autografió el afiche que hice para su exposición. Su agencia había validado la visual del afiche y me enviaron documentos y editables para que trabajara la comunicación de ese año.
DV - ¿Qué conservás de tu paso por Da Vinci?
VD - Siempre recuerdo con cariño a varios profesores y compañeros de mi camada. Pienso que la Escuela te da todas las herramientas necesarias para ser competitivo en cualquier parte del mundo, en cualquier idioma. Es fundamental que el diseño sea tu pasión y tengas ganas de trabajar de esto. Con esfuerzo, los proyectos llegan.
Etiquetas: Animación Diseño Gráfico Multimedia