Corto "El río", seleccionado para Mecenazgo
Podrá acceder a financiamiento y difusión
Por Emilio Gola
Los "vuelos de la muerte", una animación 3D con elementos 2D y una gran oportunidad: realizado por alumnos y docentes de la carrera de Cine de Animación y Posproducción, el cortometraje El río acaba de ganarse un lugar en Mecenazgo, programa de financiamiento del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires.
Impulsado por la productora Tierra seca, el proyecto ya cuenta con 25 integrantes y se presentó en el último festival BitBang. Mediante la historia ficticia de una mujer y el contexto de aquellos vuelos que arrojaron prisioneros vivos y muertos al mar, promete arrojar una nueva mirada sobre la última dictadura cívico-militar argentina (1976-1983). Entrevistas con supervivientes y con Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo, sustentaron su trasfondo.
"Mariana es nuestra protagonista. Tenemos su relato subjetivo, testimonio de lo imposible porque se trata de personas asesinadas en los vuelos, y otro a partir de las fotos que sacaban los militares y que luego quemaron", explica Rodrigo Quirós, director y coguionista, y también profesor en la carrera de Cine de Animación de Da Vinci.
Además de retomar temas que siguen siendo "importantes y urgentes", la animación les permitió abordar los vuelos de la muerte y algunos recursos "fantásticos" de un modo que no podrían en el live action. "Hicimos un análisis de la estética 3D, algo que tuvo muchos cambios y que ahora se está utilizando junto al 2D en producciones como Into the Spider-Verse o Arcane", afirma Lucía Aparicio, alumna y codirectora de arte. Y agrega que El río siempre fue pensado en blanco y negro para representar el pasado, y a color para el presente.
La estética requirió diseñar ambientes como, por ejemplo, la Escuela de Mecánica de la Armada y el Río de La Plata. "Realizamos todo el texturizado a mano, con estudiantes que se dedicaron al diseño de personajes y otros que hicieron pintura digital de forma realista, simulando el óleo o la acuarela. Después lo pasamos a la sección de modelado, donde armaron los elementos 3D. Finalmente, utilizamos programas como Substance para volver a la textura", prosigue Aparicio.
La coridectora aclara que la comunicación resultó fundamental en una iniciativa que abarca muchas áreas, e indica: "El proceso creativo continúa y cada área le aporta su impronta al proyecto".
Pero El río tuvo aun más elaboración: a través de la creación de una "biblia de arte", diversas referencias visuales -propias y externas- de cómics, películas e ilustraciones consolidaron tanto la búsqueda como el camino estético. Prueba de ello es el concepto del personaje de Mariana. "Siempre fue una mujer que, luego, estaría embarazada. Investigamos cómo se vería una persona encerrada y desnutrida. Pero, sobre todo, nos enfocamos en sus ojos y nariz para salir de lo genérico", señala Aparicio.
En relación al programa Mecenazgo, Quirós señala que les va a permitir "solicitar financiamiento a alguna de sus empresas para utilizarlo en el render final del corto y su distribución". Y añade: "Queremos que se difunda por festivales de todo el mundo porque, con la repetición de estos relatos, estas cosas no volverán a pasar. Incluso, y aunque pueda sonar a broma, apuntamos de verdad a un premio Óscar".
"Es hora de mostrar otras historias y que la animación tenga otro rol en Argentina. Está bueno estudiar y enseñar cine, pero necesitamos hacer cine", concluye el director.
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